El tema de la madre, indudablemente nos inspira a mi modo de ver:
Sentimientos muchas veces que tienen que ver con el del reconocimiento a ella como alguien esencial en nuestra vida, acompañado de emociones de amor y protección, además de otros.
¿Cómo enfrentarlos?
¿Cómo honrarlos?
¿Cómo expresarlos?
¿Cómo cuidar a la Madre y también a la Madre Tierra?
Cuando pienso en mi madre, no puedo dejar de pensar en la madre tierra.
Con entusiasmo en el ánimo de reconocer, agradecer y homenajear a mi madre, surgen inmediatamente también, la atención, la escucha sobre la madre tierra, la escucha a la madre tierra.
¿Qué le pasa, cómo está?
Escuché sorprendida la ponencia del Maestro Hozakawa que trata sobre los bosques, a los que él llama “última plataforma de protección hacia el calentamiento de la tierra”.
¡Los bosques pueden amortiguar las altas temperaturas, creando selvas, productivas! ¡Para el agua, para la energía natural, para los alimentos!
La verdad que agradecí haberme contactado con la conferencia magistral que dio respecto de lo que acontece con el Planeta Tierra y la presentación del concepto de ENTROPÍA, noción de la termodinámica.
Agradecí en lo personal esta maravillosa exposición y argumentación que nos forma, nos informa, nos previene y nos protege con su tesis y demostración sobre la amortiguación de los bosques, como garantía para enfrentar los efectos de calentamiento de la tierra.
Maravilloso el Maestro Dr. Roberto Tushoshi Hozokawa, de origen japonés, nacido en Brasil, quien también sostiene que “tanto los bosques naturales como los monocultivos forestales son importantes para el equilibrio del planeta”.
A mi modo de ver posee su postura; una perspectiva de deseo de amor y protección, en acción hacia la Madre Tierra, las Madres y la Humanidad.
¿Qué mejor regalo puede haber para la Madre en su día?
Para la Madre Tierra, y para todos los sujetos que habitamos el planeta.
Sólo falta poner manos a la obra.
Por Edit A. Cheb-Terrab y equipo de profesionales.
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